viernes, 31 de diciembre de 2010

Deshumanismo Tecnológico

Como todos sabemos, la sociedad de la información ha generado nuevos comportamientos en las masas sociales. Las nuevas tecnologías han provocado que el individuo pase gran parte de su tiempo buscando información o relacionándose a través de los nuevos canales mirando hacia sus propios intereses. Esto nos lleva hacia una sociedad individualista y deshumanizada en muchas ocasiones, reduciendo las actividades compartidas y el contacto físico con la gente de su entorno. A menudo nos encontramos con casos de personas que son incapaces de relacionarse, carentes de habilidades sociales que, sin embargo, pueden ser auténticos líderes en la comunicación virtual. Viendo que los países con un fuerte desarrollo tecnológico son los que presentan en mayor grado este tipo de conductas, creo que debemos empezar a tomar medidas serias ante un comportamiento que, en mi opinión, está comenzando a acarrear problemas muy serios que pueden acabar con el modo de relacionarnos tal y como lo hemos estado haciendo hasta ahora.
Si bien es cierto que España por su tradición cultural, su historia o sus factores climáticos, siempre ha sido un país muy rico en la interrelación de sus gentes, en las últimas décadas y coincidiendo con su desarrollo económico, social y político, esa forma de vida está empezando a experimentar cambios sustanciales.


Observando la infancia o adolescencia de las últimas generaciones y comparándolas con la mía, a pesar de que son muy pocos años las que las separan (nací en 1978), existen importantes diferencias. Casi todo ha cambiado, mientras mi generación pasaba la mayor parte de su tiempo en la calle con amigos o familia, compartiendo experiencias y creando vínculos, las nuevas generaciones crecen dedicando la mayoría de su tiempo a los videojuegos, chats, Facebook, Tuenti… A eso hay que sumar el poco tiempo que los padres pueden dedicarles, ya que en la mayoría de las ocasiones ambos trabajan para poder pagar las facturas de Internet, consolas, ordenadores o videojuegos, además de otros muchos gastos derivados de las sociedades desarrolladas y de consumo, en muchos casos innecesarios.
En definitiva, la posibilidad que nos brindan las nuevas tecnologías de estar con todos está implicando no estar con nadie, estar aislados, estar solos.
Para finalizar os dejo un link al respecto que espero os haga reflexionar tanto o más que a mi.

2 comentarios:

  1. "ambos trabajan para poder pagar facturas de Internet, consolas, ordenadores o videojuegos..." esto es demagogia en estado puro. Ambos trabajan porque es su derecho, porque se han formado para ello y sí, porque también quieren tener una casa, un coche, irse de vacaciones o pagar la educación de sus hijos. ¡a que suena diferente!

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  2. Estimada amiga, en los casos que menciono, el trabajo de ser un derecho pasa a ser una obligación. Por otro lado claro que todos tenemos derecho a tener una vivienda, un coche o cuantas cosas nos venga en gana, pero no confundas el deseo de conceder los caprichos de un hijo con su educación. En cualquier caso, mi comentario no tiene nada que ver con la educación de los padres a los hijos ni de los derechos que tenemos o no tenemos, creo que no lo has entendido bien. Tan solo es una opinión de cómo están influyendo las nuevas tecnologías en nuestras relaciones.

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