domingo, 16 de enero de 2011

Redes Sociales o Reality Shows

Sin duda, las redes sociales se han convertido en todo un fenómeno social. Están revolucionando la forma de comunicarse y de interactuar. Ofrecen muchas posibilidades que pueden llegar a ser muy valiosas para diversos ámbitos de la vida. Proporcionan interconexión entre sus miembros, actualidad, comunicación y una importante herramienta de markenting online para las empresas entre otras muchas ventajas. Sin embargo, en mi opinión, no se hace un uso apropiado de ellas. Paradójicamente, en un momento en el que se está intentando salvaguardar la intimidad de las personas creando leyes o sistemas que intentan proteger nuestra privacidad, redes como facebook, tuenti o twitter, se están convirtiendo en verdaderos reality shows a través de lo cuales muchos usuarios se dedican a publicar cada minuto de su vida y otros tantos que se proponen seguir las vidas de los demás. Personalmente no alcanzo a entender el motivo que les lleva a publicar en cada momento dónde están, con quién o qué están haciendo, bien en imágenes, videos o comentarios.
Pero eso no es todo, a consecuencia de ello he desarrollado una especie de paranoia que me hace estar en constante alerta ante estos nuevos paparazzi de las redes. El mal uso está tan extendido que nadie de nosotros está libre de estos individuos que, teléfono o cámara en mano, están constantemente buscando el momento oportuno para cazar material de youtube o facebook. En algunas ocasiones, creo que os habrá pasado también, algún conocido te dice algo como “qué bien os lo pasasteis en tal sitio…”, y…, antes me quedaba sorprendido de cómo podía saberlo, ahora, en seguida me acuerdo de la familia de ese que iba con una cámara cubriendo el reportaje para facebook.
En fin, como he dicho antes, no entiendo por qué publican su vida, pero lo respeto, pues cada uno hace con ella lo que mejor le venga en gana, pero lo que no tolero es que también publiquen la mía. Y no es que tenga una vida de lo más interesante, es más bien normalita, pero me la guardo para mí y las personas de carne y hueso que me rodean, o, como mucho, los verdaderos amigos que tenemos en, por ejemplo, facebook.

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